En medio de un panorama de ciberataques cada vez más sofisticados y frecuentes, las empresas se ven obligadas a enfrentar desafíos emergentes en ciberseguridad, lo que ha llevado a un aumento en las inversiones y la implementación de estrategias de prevención.
Según el informe más reciente de Hiscox, una compañía de seguros, las empresas están destinando hasta un 20% de sus presupuestos de TI a la ciberseguridad. Este incremento es una respuesta a la necesidad de proteger los activos digitales contra amenazas que evolucionan constantemente. Las estimaciones de Gartner sugieren que, para 2024, el 80% de los CIOs planean incrementar la inversión en ciberseguridad y protección de datos, lo que refleja la urgencia de proteger la continuidad e integridad de las redes empresariales.
Innovery, una firma multinacional que ofrece servicios de consultoría en soluciones TIC, predice que los ciberataques seguirán aumentando en frecuencia y complejidad durante 2024. El ransomware se destaca como una amenaza particularmente significativa, especialmente para sectores críticos como la Administración Pública, Sanidad y Retail, debido a la sensibilidad de los datos que manejan.
En este contexto, la preparación es esencial. El CEO de Innovery España y Latam enfatiza la importancia de las estrategias de seguridad integrales, que no solo incluyen medidas preventivas, sino también planes de remediación y restauración para minimizar el impacto de posibles brechas de seguridad.
De cara a 2024, Innovery identifica varios desafíos clave en ciberseguridad:
- Brechas de seguridad en la nube: Con un aumento en la migración de empresas a la nube, la seguridad de los datos se convierte en un objetivo prioritario para los ciberdelincuentes. Las estadísticas de IBM indican que el 95% de las empresas ha sufrido más de una violación de seguridad.
- Escasez de talento en ciberseguridad: La creciente demanda de profesionales especializados se ve exacerbada por la tendencia de algunos a cambiar hacia actividades más rentables como la ciberdelincuencia.
- Externalización de servicios de ciberseguridad: Ante amenazas complejas, muchas empresas optan por externalizar la ciberseguridad para acceder a experiencia especializada.
- Uso de inteligencia artificial en ciberseguridad: La IA se convierte en una herramienta de doble filo, mejorando medidas de ciberdefensa pero también siendo empleada para desarrollar malware avanzado.
- Ciberguerra: Los conflictos geopolíticos aumentan los ciberataques patrocinados por estados, buscando neutralizar infraestructuras críticas.
- Amenazas a aplicaciones móviles: Con el almacenamiento de datos sensibles en dispositivos móviles, las aplicaciones se vuelven un objetivo principal para atacantes.
A pesar de los avances tecnológicos, el eslabón más débil sigue siendo el factor humano. La formación en ciberresiliencia y la concienciación sobre prácticas de seguridad son esenciales para reforzar las defensas organizativas. Para abordar la escasez de expertos, las empresas deben centrarse en atraer y retener talento mediante proyectos desafiantes y entornos laborales estimulantes.